INVENTA PALABRAS, PARTE DE ELLAS Y A ESCRIBIR CUENTOS...
PIENSA EN ESTAS PALABRAS:
KNOX
ROVENZA
¿Qué objeto podría llamarse Knox?
Si fuera animal, ¿cómo sería?
¿Qué accidente geográfico sería?
Si fuera una tela, ¿cómo sería? ( origen, diseño, textura ).
Si fuera un movimiento literario, ¿en qué consistiría?
¿Cómo sería si fuera un género musical?
¿Y si fuera una persona? Edad, sexo, estado civil, profesión, nacionalidad, etc.
Relaciona entre sí ambas palabras y escribe una historia.
UN EJEMPLO:
La pastilla de la felicidad Dra. Yasmine Cruz Rivera
La cartografía del siglo III antes de Cristo ubica al país de Knox en la zona septentrional del Océano Índico. Cuentan antiguas leyendas que su desaparición de todos los mapas fue debido a múltiples y continuos cataclismos provocados por la misma humanidad. La avariacia despertó terremotos, maremotos y tipos inexplicables de movimientos ciclónicos que llevaron a este lugar a su total hundimiento. Hasta hace poco se desconocía la causa de la muerte de los knoxvitas y la erradicación del país del globo terráqueo. Un antiquísimo papiro del año 364 hallado en el interior de una tumba, cuya lápida es ilegible por el paso del tiempo, relata la historia.
Knox era un hermoso país de eterna primavera y con virtudes que provocaban la envidia de sus vecinos. Allí vivía como ermitaño el doctor Cesáreo Genius Mortem afamado botánico experto de la flora universal. El Dr. Genius Mortem hacía estudios en su laboratorio sobre las plantas y las hierbas endémicas de Knox cuando tropezó con un descubrimiento que cambió para siempre el curso de este país, de sus habitantes y del mundo entero. La rovenza planta dicotiledónea producía el efecto de la felicidad. Genius Mortem, sin lugar a dudas, había descubierto "la pastilla de la felicidad" nada menos que en su país natal Knox. La noticia corrió como pólvora y todos los pueblos, países y naciones querían probar el hallazgo.
La felicidad embargó a miles de knoxvitas y diariamente llegaban al país millones y millones de personas que lo daban todo, hasta su alma, por probar la mágica pastilla. Comenzó así, sin nadie saberlo, el principio del fin. Se iniciaron las guerras para apropiarse del descubrimiento. La gente quería a toda costa consumir la rovenza que los colmaba de una felicidad tal que se desconectaban del mundo. Ya no se preocupaban por las deudas, las que dejaron de pagar llevando a los bancos e instituciones financieras a la quiebra, porque vivían disfrutando solamente su felicidad.
Ya no se creaban leyes, ni se legislaba en ninguna parte porque se sentían tan felices que no valía la pena controlar el crimen y la delincuencia. Cerraron todos los hospitales, pues hasta los moribundos y desahuciados vivían felices con sus dolores, sus diagnósticos y sus enfermedades. Todos los negocios y comercios se fueron a la bancarrota ya que la felicidad los llevó al conformismo de vivir con nada. Así se agigantó la pobreza, la hambruna y la muerte sorprendía a todos dejando a duras penas una absurda sonrisa en los labios. Todo se detuvo menos las oleadas gigantescas de gente que llegaban a Knox buscando la pastilla de la felicidad que consumieron tanto y tan apresuradamente que agotaron la rovenza.
Las muchedumbres lograron hundir el suelo de Knox y provocaron su total cataclismo frente a los ojos de los knoxvitas que sumidos en un letargo de felicidad absoluta no hicieron nada para evitar la catástrofe fatal. En plena crisis y ya frente a la muerte el Dr. Cesáreo Genius Mortem
custodiaba en su laboratorio la última planta de rovenza. Nunca sospechó que un poderoso director de cine enviaría emisarios a Knox con el único propósito de adueñarse de la planta. El director Avaricius Anticristus logró su cometido y distribuyó las últimas pastillas de la felicidad entre los miembros de su privado y exclusivo club llamado The rich and famous precisamente el mismo día en que Knox quedaba hundido para siempre en el Océano Índico.
Desde ese momento, la felicidad pasó a ser patrimonio de una minoría que aún se hace llamar The rich and famous y el resto del mundo quedó excluído de saborearla. La felicidad que en un principio era para todos ahora es privilegio de pocos. Los descendientes y herederos del club de Avaricuis Anticristus, The rich and famous se han encargado de mantener por siglos esta historia oculta. Poseen así total control del mundo y difunden orgullosos su credo en el consumerismo capitalista titulado "La felicidad ja, ja, ja, ja".
"Alma" Por Marlene Grafals
Hace 12 años